Antonio Gudiño, un paciente derivado desde Cafayate, estaba internado en la sala de varones en el Hospital San Bernardo y su hermana estaba cuidándolo. Ambos se quedaron dormidos y al despertar se percataron que los celulares de ambos no estaban.
Desde el nosocomio nadie se hizo responsable ni les dio una solución, según algunos pacientes, éste no sería el primer caso que sucede en el hospital salteño.