Como si se tratara de replicas de un fuerte sismo, dentro de la UCR salteña comienzan a sentirse voces, un tanto subterraneas aún, de tradicionales dirigentes radicales molestos con las declaraciones del apartidario candidato a diputado nacional en primer término, Bernardo Biella, afirmando que de resultar electo en las próximas elecciones no integrará el Bloque radical en la Cámara de Diputados de la Nación.

El Comite Central de la UCR de la provincia es epicentro de las disputas internas

Las declaraciones del candidato a diputado nacional cayeron como un balde de agua fría en históricos dirigentes radicales, sobre todo del interior de la provincia, que no pudieron digerir esa posibilidad. El analisis, que por lo pronto empieza a correr solo por los caminos tecnológicos de los mensajes de textos, tiene signos de interrogación ¿ Si Biella se animó a decir eso antes de las elecciones, que tiene que esperar el partido una vez electo?

Esa suerte de «compromiso cero» de Bernardo Biella con la UCR comenzó a gestar la posibilidad de que importantes sectores del radicalismo salteño voten solo por Ricardo Alfonsín. Cada vez son más los radicales que no quieren tener sobre sus hombres la responzabilidad de gestar una banca «borocotizada» desde el nacimiento mismo.

Después de los fuertes cruces generados entre miembros de la UCR que buscaban ser candidatos, y la calma y consenso alcanzado por los resultados del 14 de agosto, lo radicales pensaban que ya solo les quedaba competir para conseguir una banca el 23 de octubre.

Ahora la posibilidad de tener una representante en el Congreso de la Nación se vio opacada ante el “sincericidio” del candidato Bernardo Biella, quien aseguró que no se sumará al bloque radical en la Cámara de diputados.

En los últimos días, la campaña se pone más caliente para los radicales, pero no en el sentido que ellos quieren, sino todo lo contrario. Para ejemplificar esta situación, solo basta citar la posibilidad que empezaron a analizar los tradicionales dirigentes del interior: votar solamente por Alfonsín.

Esta posibilidad que empezó a dar vueltas por muchas cabezas radicales, cobra peso con el clásico “viste que yo tenía razón” expresado por los que miraban con desconfianza el arribo del ex candidato a vicegobernador de “Salta Somos Todos” a la UCR.

Con sus declaraciones, el doctor Biella le quitó la tijera al cirujano y se la dio a tradicionales dirigentes radicales de la provincia que están comenzando a pensar solo en el sillón de Rivadavia, más que en la banca del Congreso.

Solo quedan horas para las elecciones, y en el centenario partido se profundizan las diferencias, y se debaten entre renuncias y cortes de boleta.