El Escudo Nacional de Argentina, adoptado oficialmente el 12 de marzo de 1813, es uno de los cuatro símbolos nacionales de la República Argentina, junto con la bandera, el himno nacional y la escarapela. Este emblema histórico representa la soberanía y la identidad de la nación.
El escudo presenta una forma oval dividida en dos cuarteles: el superior de color azul celeste y el inferior de color plata o blanco, manteniendo así los colores nacionales.
En el cuartel inferior, dos manos derechas sostienen una pica, sobre la cual descansa un gorro frigio rojo, antiguo símbolo de libertad. El sol naciente con veintiuno rayos flamígeros y rectos, conocido como el Sol de Mayo, corona el escudo, simbolizando la aparición de una nueva nación en el mundo.
Rodeando el óvalo, dos ramas de laurel, índice de gloria y victoria, se cruzan por debajo unidas por un moño celeste y blanco. Estos elementos heráldicos reflejan las glorias adquiridas en los campos de batalla y aluden a la nacionalidad argentina.
El Escudo Nacional de Argentina es más que un símbolo; es un recordatorio de la lucha por la independencia y la unión de los pueblos de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Su presencia en documentos oficiales, edificios gubernamentales y eventos patrios continúa inspirando a los argentinos a mantener vivos los valores de libertad y unidad que dieron forma a su país.