Esta problemática, es una tragedia que atraviesa, no solo a la familia, sino también a la comunidad donde vivió el mismo.
Muchos de los adolescentes que se suicidan o intentan suicidarse tienen una enfermedad de salud mental o un trastorno psiquiátrico como depresión.
Estas pueden ser:
- La perdida o un conflicto que involucre a personas importantes de su entorno.
- Problemas con abuso de sustancias.
- Antecedentes de abuso, físico, sexual, bullying , etc
- Problemas físicos o médicos, como cambios relacionados con la pubertad o una enfermedad crónica.
- Problemas con su identidad sexual.
Como resultado, tienen problemas para hacerle frente al estrés de ser un adolescente, como lidiar con el rechazo, el fracaso, las rupturas, las dificultades de la escuela y la crisis familiar. También pueden ser incapaces de ver que pueden dar un giro a sus vidas, y que el suicidio es una respuesta permanente, no una solución, a un problema temporal.
¿Cuáles son las señales de advertencia de que un adolescente puede ser suicida?
Las señales de advertencia del suicidio en adolescentes podrían incluir las siguientes:
Hablar o escribir sobre el suicidio, por ejemplo, hacer declaraciones como «me voy a matar» o «ya voy a dejar de ser un problema para uds «Aislarse y evitar el contacto social. Tener cambios de humor. Aumentar el consumo de drogas ilícitas o bebidas alcohólicas. Sentirse atrapado, sin esperanzas o sin remedio a causa de alguna situación. Cambiar la rutina normal, incluidos los hábitos de alimentación y sueño .
Actuar de manera arriesgada o autodestructiva.
Regalar pertenencias cuando no hay otra explicación lógica de por qué se está haciendo esto.
Si bien, hay casos que en donde el adolescente, no parece comunicar su decisión de ninguna manera, por eso es muy importante que como familia escuchemos, acompañemos, y estemos atentos a la vida del adolescente.
En la Argentina, el suicidio en jóvenes es la segunda causa de muerte, entre los 15 y 19 años, cifras alarmantes, que nos dicen que de ese tema se debe hablar, con Urgencia para prevenirlo, no solo en las instituciones escolares, día a día o mediante talleres, la escucha con los docentes, sino también en el núcleo familiar.
Es importante brindarle apoyo, y contención familiar y en caso que necesite derivación con un profesional de la salud mental, y si se encuentra en una situación en donde su vida corra riesgo no dudar en llamar al 911 o al 140.
Por Laura Rodríguez Torres – Psicopedagoga