La Selección continúa con su camino a la gloria. Un país entero acompaña detrás de ellos y el equipo responde. No deja dudas.
Sale al campo de juego a ganar y sigue con su idea, con la impronta que lo llevó hasta el lugar en el que está. En esta oportunidad, derrotó 3-0 a Croacia con los goles de Lionel Messi (de penal) y Julián Álvarez en dos oportunidades, y así obtuvo su boleto a la final de la Copa del Mundo.
La media hora inicial del encuentro fue cerrada, con pocos espacios y con dos equipos que se repartieron la posesión de la pelota. Ni Argentina ni Croacia pudieron romper las líneas de su rival. Es por eso que la primera situación de peligro fue a través de un remate de media distancia, en los pies de Enzo Fernández, que fue contenido por el arquero europeo.
Minutos más tarde, el mismo Fernández iba a ser protagonista nuevamente con una habilitación perfecta para Julián Álvarez, quien fue derribado dentro del área por el arquero Livakovic cuando quedaba de frente al arco. El capitán Lionel Messi se hizo cargo del penal y remató contra el palo izquierdo del arquero, que nada pudo hacer para evitar el 1-0 parcial.
La Albiceleste no se relajó. Tras haber roto el cero, siguió jugando en campo rival y logró estirar la ventaja: Álvarez arremetió contra toda la defensa adentro del área y definió abriendo el pie para marcar el 2-0.
Croacia sintió los golpes y Argentina continuó manejando el ritmo del juego. Tagliafico, de cabeza tras un córner desde la izquierda, tuvo la chance de seguir aumentando el resultado antes del descanso, pero el arquero le ahogó el grito de gol.
En el arranque del complemento, el seleccionado nacional intentó continuar con su impronta. Luego de una gran jugada colectiva, Messi tuvo su oportunidad, pero Livakovic volvió a responder correctamente.
El momento cúlmine de la muestra de talento del capitán argentino aún no había llegado. Todavía faltaba un truco más, y vaya que valió la pena. El 10 tomó la pelota, llegó hasta el fondo, hizo un rodeo ante la férrea marca croata, si libró de su perseguidor y tiró el centro atrás para el segundo gol de Julián Álvarez en la semifinal.
Categórica victoria. Argentina está nada más y nada menos que en la final del mundo. La celeste y blanca busca su tercera estrella. De la mano de Scaloni y de Messi como bandera. Queda solo un último desafío.