Aunque aún se practica la construcción tradicional, la tecnología ha avanzado tanto en cuanto a los materiales y a los sistemas de trabajo, que ha llegado la corriente “verde” al sector. Se trata de la ARQUITECTURA SUSTENTABLE.
Este tipo de arquitectura, llamada también “arquitectura verde”, “eco-arquitectura”, o “arquitectura sustentable y sostenible”, es una corriente de diseño arquitectónico que prioriza la sostenibilidad, ya que busca optimizar los recursos naturales, y para eso, procura y plantea sistemas de edificación que minimizan el impacto de la construcción de los edificios sobre el medio ambiente y los seres vivos.
La denominación de esta arquitectura tiene su origen en la frase “desarrollo sostenible” ( en inglés, sustainable development), incluida en el informe titulado “Nuestro futuro común”, presentado por la primera ministro noruega GRO BRUNDTLAND ante la 42ª sesión de la ONU en 1987. El concepto de DESARROLLO SOSTENIBLE se basa en 3 principios:
- El análisis del ciclo de vida útil de los materiales.
- El desarrollo del uso de materias primas y energías renovables.
- La reducción de las cantidades de materiales y energía que se utilizan en la extracción de recursos naturales (su explotación y destrucción, o el reciclaje de los residuos).
En la Cumbre Climática de Río de Janeiro (1992) se presentaron trabajos de todo el mundo, entre ellos, los de arquitectos con conciencia ambiental cuyos proyectos tenían como fundamento los principios de las corrientes como la arquitectura solar, la arquitectura bioclimática, o la arquitectura alternativa.
En 1998, la Escuela de Arquitectura y Planeamiento Urbano de la Universidad de Michigan (USA) publica un documento que sintetiza los principios de la Arquitectura Sustentable; en 2004 se publica en nuestro país el “Diccionario de Arquitectura en la Argentina” donde aparecen por primera vez los términos BIOCLIMÁTICO, BIOAMBIENTAL, SUSTENTABLE, AMBIENTALMENTE CONSCIENTE, y establece las pautas a seguir, en base a los principios de CONSERVACIÓN por un lado, y de USO RACIONAL DE LA ENERGÍA, por el otro.
Posteriormente algunas Universidades del país institucionalizan esta corriente, de modo se está en proceso de consolidación de esta corriente de pensamiento en la arquitectura, que requiere del compromiso de los arquitectos en la toma de conciencia del impacto ambiental de sus trabajos, relacionados con el cambio climático, su mitigación y la adaptación necesaria.
La arquitectura de la que hablamos se basa en una serie de criterios, que son:
- Las condiciones climáticas, la hidrografía y los ecosistemas donde se localiza la construcción, para tener el máximo rendimiento con el menor impacto posible.
- La eficacia y la moderación en el uso de los materiales de construcción, priorizando los de bajo contenido energético y baja emisión de gases de efecto invernadero. Se recomienda la mínima o nula utilización de madera proveniente de bosques nativos
- La reducción del consumo de energía doméstica (calefacción, refrigeración, iluminación), haciendo uso de las fuentes de energía renovable al máximo posible.
- La reducción al máximo del balance energético general de la edificación, en todas sus fases (diseño, construcción, utilización y fin de la vida útil).
- El logro de los requisitos de confort higrotérmico, salubridad, iluminación y habitabilidad.
Aunque en cuestiones de construcción se procura un buen impacto social, es importante tener en cuenta el factor cultural. En USA son usuales los edificios de construcción liviana, pero en América Latina se utiliza mayoritariamente la construcción pesada. Los materiales y modos de construcción son diferentes probablemente por la cultura de cada zona.
Modificar los usos y costumbres requiere mucho tiempo y esfuerzo, ya que se deben generar alternativas válidas que sean aceptadas y adoptadas por la sociedad. Además, hay que considerar el costo inicial del edificio, el costo de su vida útil…y también el costo ambiental, lo que a su vez requiere pensar en el futuro de las comunidades con criterio de SONTENIBILIDAD y SUSTENTABILIDAD.
A la hora de construir, es un asunto más para reflexionar. Y de ese modo, lograr el equilibrio entre lo que queremos como edificio donde vivir, y lo que queremos como lugar a habitar. Y esta reflexión, que nos permite tomar decisiones, también DEPENDE DE NOSOTROS.
Por Mirian G. LAMAS RIVERO.