De la marcha participaron familiares y amigos de Armando Mamaní, quienes en silencio se movilizaron por las calles céntricas. Comenzaron al frente de la Catedral para luego de dar una vuelta a la plaza 20 de febrero, dirigirse hasta la Comisaría N° 60 y desde allí, pasando por el lugar donde se encontrara tendido al joven esa madrugada de los hechos, hacia el boliche bailable en el que estuvo esa noche. Luego se dirigieron, para finalizar, hasta el frente de la casa de Mamaní.
La madre del damnificado manifestó «quiero agradecer a todos los vecinos que me ayudan y ayudaron a mi hijo en este difícil momento, a los que organizaron el locro para recaudar fondos, a los que vieron y cuidaron a mis otros hijos, a los que rezaron pidiendo a Dios por Armando y a todos aquellos que nos acompañaron hoy.»
Entre los participantes y los familiares fue inevitable el análisis de las investigaciones del caso. Prácticamente todos coincidieron en rechazar la hipótesis de que se haya caído por un supuesto estado de ebriedad provocando ese accidente los daños que presentaba cuando fue encontrado.
Nos hemos enterado aquì en Buenos Aires de la situaciòn gravìsima de impunidad y abandono de persona de este chico Armando Mamani. Hemos juntado firmas pidiendo justicia y se las vamos a entregar hoy mismo a la casa de Salta. No puede ser que sigan persiguiendo a nuestros jòvenes.
Adelante con la lucha, sin ella no habrà respuesta porque al poder se ve que no le interesa la salud y el bienestar de los ciudadanos.
Realmente la justicia no existe, lo vemos cada día en los medios de prensa. Es vergonzozo ver como las entidades públicas dibujan los hechos y muestran para respaldarse cuando uno realiza un reclamo.
La policía no llamo al médico forence cuando Armando llego al hospital para ser atendido.
Luego la forence dibuja que si lo asistio.
Sigan tapandose los errores entre cologas públicos, total nadie les pegará un tiron de oreja. Posiblemente algún día tropiecen y caigan como dicen que se cayo Armando.
El juez de la causa solo vino a tomar sol y un par de vinos que se lo pago el pueblo.