Los tres concejales que responden al Intendente y sostienen los argumentos de Pernod Ricard , junto a la presidente del cuerpo, lograron que no se tratara el dictamen que pide iniciar el juicio de desalojo a los usurpadores.
Fue una sesión cargada de tensiones y nervios. Los concejales que sostienen los mismos argumentos que Pernod Ricard intentaron por todos los medios bloquear el tratamiento del dictamen del Bloque de la UCR que lleva la firma de Daniel Guantay, Patricia Castro y Rodrigo Chocobar, que instruía al Ejecutivo municipal a iniciar el juicio de desalojo de las 32 hectáreas.
¿El abogado… de quién?
Antes del inicio de la sesión, se sabía que asistiría a la misma el Intendente Fernando Almeda acompañado del asesor legal del municipio, Sebastián Aguirre Astigueta. Ambos llegaron desde Salta con la misión de sembrar miedo y atemorizar con la posibilidad de perder en la instancia judicial contra la empresa usurpadora, basados en un juicio que perdió la Municipalidad de Salta por dos terrenos donados para un balneario y un camping.
La sesión del Concejo Deliberante fue seguida atentamente por gran parte la comunidad a través de Radio Cafayate en donde se pudo escuchar las argumentaciones del abogado de la Municipalidad local, que con un tono amenazante y un discurso que parecía ser el de un abogado de Pernod Ricard, con verdades a medias y sin contar toda la trama del juicio, que él mismo Aguirre Astigueta perdió, ya que también es abogado de la Municipalidad de Salta.
Nada dijo de que lo que pasó en Salta fue porque en el año 1994 el municipio de la Capital decidió erróneamente donar una de las parcelas al centro vecinal del Barrio Ciudad del Milagro sin iniciar el trámite de revocación del cargo.
También se le olvidó contar que la Municipalidad de Salta recibió hace poco el edificio llamado” La Palúdica” que había sido donado con cargo para que allí funcionara un centro que trabajara para prevenir esa enfermedad. Ese edificio pasó a manos del municipio capitalino para que allí funcione un Museo de Folclore, es decir que, se le olvidó decir que sí se pueden revocar los cargos.
El dictamen de la UCR
Fue una sesión que duró más de 4 horas, plagada de chicanas por parte del bloque almedista para evitar a toda costa que se tratara el proyecto del bloque de la UCR que pide iniciar el juicio de desalojo a Pernod Ricard de las tierras municipales.
Primero, el almedismo intentó bloquear la iniciativa por el lado de que el dictamen había sido presentado fuera dela hora reglamentaria pero eso les fracasó. Luego fue peor porque se intentó revivir el hartamente vencido escrito que a Pernod Ricard y al almedismo les gusta llamar “Convenio”, firmado por el Concejo Deliberante anterior a pesar de que ese papel tenía al momento de la firma (entre gallos y medianoche) una duración de dos meses, y que al día de hoy lleva vencido más de 20 meses.
Pero además de estar totalmente vencido en los plazos, el escrito comienza con una enorme falacia ya que afirma que en las 32 hectáreas “ nunca” existió una pista de aterrizaje. El resto del papel sigue plagado de falsedades y datos erróneos. Lo insólito es que esas mentiras fueron escritas por los usurpadores y el abogado de la Municipalidad de Cafayate, y peor aún, sostenidas por algunos concejales cafayateños
La votación
Finalmente tras una tensa sesión se llegó a la instancia de decidir si se daba tratamiento o no al Dictamen de los concejales radicales. La votación fue en empate: por un lado los tres concejales almedistas, y por el otro, los tres concejales radicales por lo que correspondía desempatar a la presidente del cuerpo, Rita Guevara, como estipula la carta orgánica, quien voto a favor de la posición del almedismo.
Los argumentos esgrimidos por Guevara para su voto además de insólitos, fueron sorpresivos para propios y extraños: Dijo que la presentación del Dictamen no era válido como bloque radical “ya que al Concejo Deliberante no se va a hacer política”.
Episodio confuso
Tras esto se trató un dictamen de Rita Guevara, que nunca se hizo saber previamente que estaba incluido en el Orden del Día, en el que proponía la intimación al Ejecutivo municipal para que inicie una acción de reivindicación del catastro 2078 y requiera a la Fiscalía de Estado y al Director de Vialidad de la Salta que procedan a la apertura del camino provincial que lleva a las 32 hectáreas de propiedad de la Municipalidad de Cafayate.
Para argumentar su proyecto Rita Guevara dejó la presidencia en manos de Ariel Barroso. Al pedir que se someta a votación el proyecto, se generó un confuso episodio ya que el presidente a cargo no dirigió la votación por aprobarlo o rechazarlo y todo terminó en que solo a autora del proyecto lo votó, los dos almedistas restantes en vez de votar afirmativo o negativo solo mocionaron para que el proyecto sea pasado a comisión y se requiera la convocatoria a una sesión especial y los tres votos del radicalismo quedaron en una nebulosa porque nunca quedó claro si votaron o se abstuvieron, lo que sí se supo al otro día es que el proyecto quedó definitivamente desestimado por declaraciones de la autora de la iniciativa.
Tienen que echar a ese abogado de la muni y que le de laburo si verdadero patron Pernod Ricard, de paso nos ayuda a que pierdan el juicio porque nunca gana uno