Su origen es la biomasa producida en épocas pasadas, enterrada y transformada naturalmente por el aumento de la presión y la temperatura.
Algunos ejemplos son el carbón natural, el petróleo, y el gas natural; y, aunque provienen de la biomasa, no son energías renovables y esto significa que en algún momento se agotarán.
Los combustibles fósiles se han formado por la descomposición anaeróbica de los restos de organismos vivos que se han depositado en grandes cantidades en el fondo marino o de algunos lagos, en condiciones anóxicas, hace millones de años.
Con el paso del tiempo, esta materia orgánica se mezcló con barro y se enterró bajo varias capas de sedimentos, que han provocado presión y temperatura, favoreciendo la alteración química al primer material (el queroseno) a unos 50°C; al petróleo, al doble de temperatura, y finalmente, al gas natural, a una temperatura entre los 120°C y los 150°C. el carbón, por su parte se ha formado a partir de árboles de zonas pantanosas o junto al mar, y que naturalmente han quedado enterradas bajo sucesivas capas de sedimentos; al ser una mezcla rica en oxígeno, hidrógeno y carbono, originaron el compuesto natural que conocemos como carbón natural fundamentalmente durante el período Carbonífero.
Todos y cada uno de los combustibles fósiles son el resultado del proceso atravesado por gran cantidad de materia orgánica, que ha requerido tiempo, altísimas temperaturas y presiones. Aquí, algunos datos:
- Un litro de combustible normal es el resultado acumulado de unas 24 toneladas de material orgánico antiguo, depositado en el lecho marino.
- El combustible fósil consumido en un año es equivalente a toda la materia vegetal que hubo en la tierra y los mares durante 400 años aproximadamente.
Básicamente, los combustibles fósiles son 4: petróleo, carbón, gas natural y gas licuado de petróleo. Todos ellos son recursos NO RENOVABLES, y (contrariamente a lo que ocurre con los combustibles no fósiles como la leña, el carbón vegetal, o el biodiesel) como es lógico, no es posible reponerlos en el corto plazo.
- El PETRÓLEO es un líquido oleoso, compuesto de carbono e hidrógeno. Se encuentra en profundidades entre los 600 y los 5000 metros, y ha sido usado desde la antigüedad (los egipcios lo usaban para la conservación de las momias, y los romanos, como combustible para su sistema de alumbrado). Tanto el petróleo como sus derivados tienen muchas y variadas aplicaciones: además de usarse como combustible, son la materia prima fundamental en la industria para fabricar fibras, caucho, plásticos, jabones, asfalto, tintas de imprenta, por citar sólo algunos productos.
- El CARBÓN, por su parte, es un mineral formado a partir de restos vegetales de distinto origen, según la época geológica en que crecieron, y que originaron los macerales que forman los carbones. Casi todos ellos provienen de restos de helechos del período Carbonífero, y de las gimnospermas del período Cretácico, aunque también hay carbones originados en distintos períodos geológicos, a partir del Devónico. La característica fundamental del carbón está en su capacidad calorífica, por eso se usa como combustible; pero también se obtienen de él las materias primas para elaborar plásticos, colorantes, perfumes y aceites.
- El GAS NATURAL está compuesto fundamentalmente por metano. Se encuentra bajo tierra, casi siempre en los mismos yacimientos de petróleo, de los que se lo extrae y almacena para su distribución. Es un gas inodoro e incoloro, pero se lo mezcla con metilmetcarpano, que le da su olor característico, para identificar pérdidas. Este gas se usa como combustible; para generar electricidad; para calefacción; para cocinar; como materia prima para la producción industrial, entre otros usos. Es posible fabricar este gas a partir del tratamiento de residuos orgánicos, y en ese caso, se denomina BIOGAS.
Casi toda la energía que se usa en la actualidad en todo el mundo proviene de los combustibles fósiles, que se utilizan fundamentalmente para el transporte, la generación de electricidad, la climatización de los ambientes, la agricultura, para cocinar, etc.
El uso de estos combustibles es la principal causa de las emisiones de gases de efecto invernadero y el consecuente calentamiento global. Esto significa que facilita las actividades humanas, pero al mismo tiempo, una vez usado, se transforma en un problema para el ambiente.
Las grandes alternativas se concentran en el uso de las energías renovables: solar, eólica, hidráulica, mareomotriz, etc.
Y una vez más, nos toca reducir al máximo el uso de este tipo de combustibles. Nos toca tomar conciencia, y actuar en consecuencia. DE NOSOTROS DEPENDE.