La historia comienza en el año 1592, cuando llegaron flotando al Puerto de El Callao, en Perú, dos cajones. Uno con la imagen de un Cristo y otro con la de la Virgen del Rosario, destinada al convento de Santo Domingo en Córdoba.
Nunca se supo en qué embarcación vinieron desde España…
Desde Perú, hicieron su viaje a Salta a lomo de mula, donde el Cristo fue depositado en la Iglesia Matriz y olvidado por 100 años.
En 1692, más precisamente el día 13 de septiembre, la tierra tembló como nunca y reiteradas veces en Salta, estos temblores fueron también los que destruyeron la ciudad de Esteco. Cuando todo pasó, se encontró a la imagen de la Inmaculada Concepción de María (que siempre estaba ubicada en un retablo a unos 3 metros de altura), en el suelo e increíblemente, sin haber sufrido daño alguno, salvo que su corona estaba caída. Allí los testigos dijeron que la imagen estaba mirando al sagrario, como que la Madre estaba intercediendo ante el Hijo pidiendo la salvación de este pueblo, y de allí las estrofas del himno a la Virgen donde dice: “Perdona –decías- mi Dios a este Pueblo; sino la corona de Reina aquí os dejo”. También cuenta la tradición que el rostro de la imagen había perdido los colores y estaba muy pálido. Al día siguiente, 14 de septiembre, se colocó la imagen frente a la Iglesia Matriz donde según se cuenta siguieron los cambios de color en el rostro y ya algunos comenzaron a llamarla “del Milagro”.
Asimismo, se cuenta que el padre jesuita José Carrión recibió la revelación de que el Cristo crucificado que tenían sin devoción en la Iglesia Matriz, había perdonado al pueblo de Salta por súplica de la Madre de Dios del Milagro. Así fue que los padres sacaron al Cristo olvidado, de su encierro, y lo llevaron en procesión por toda la ciudad rezando para que cesaran los temblores.
Finalmente, Salta recobró la calma el día 15 de septiembre y desde ese entonces, el pueblo de Salta saca en procesión por las calles de la ciudad al Señor y la Virgen del Milagro, demostrando así devoción.
La realidad es que en Salta volvió a haber varios terremotos, algunos recordarán el de 1948, por ejemplo, que fue fuertísimo, pero la ciudad de Salta siempre salió indemne y esperemos que siga así. Más allá de eso, hoy por hoy la gente les reza y hacen promesas personales, que se cumplen indefectiblemente.
gracias señor y virgen del milagro por protegernos a todos los salteños y todos los peregrinos q vienen de distintas partes del país y del mundo!!!!! gracias!!!!