Una fundación lo hizo para recaudar fondos e impulsar a los más jóvenes a seguir carreras vinculadas con el espacio. La botella viajó durante dos horas y media. Cómo se modificaron sus condiciones de aroma y sabor por esta experiencia inédita.
Una fundación argentina realizó una original misión espacial. Se trata de un proyecto de la organización Space Kids, que combinó la importancia en la educación espacial y la tecnología para el mundo y con este propósito mandó un Malbec a la estratósfera. Pronto será subastado.
En el mundo, Argentina es Malbec. Es nuestra cepa insignia, por la que nos reconocen los consumidores extranjeros. «El Malbec es reconocido a nivel mundial como algo argentino y queríamos hacer algo que sea histórico y que llame la atención, sobre todo en los más jóvenes, para despertarles esa curiosidad e interés por el espacio”, aseguró el CEO de la fundación Space Kids, Chris Meniw.
La incertidumbre era saber si una botella podía enfrentar esa misión. Ocurre que era la primera vez, a nivel mundial, que se enviaba una bebida fuera de la Tierra. Pero las ganas de hacer algo inédito y que sea argentino motivaba aún más a los especialistas. La fundación trabajó durante tres años en este proyecto.
La búsqueda de una bodega que se preste a realizar esta hazaña inédita fue, dicen, una odisea. “El vino no tiene una marca, solo lleva la etiqueta de la fundación. Cuando sea subastada se revelará el nombre. La verdad, nos llevó bastante tiempo encontrar una bodega, a veces no nos contestaban porque pensaban que estábamos divagando o pensaban que no tenía sentido lanzar un vino con una fundación de educación espacial con el propósito que teníamos”, asegura.
Durante 2 horas y 30 minutos, el vino experimental flotó en la estratósfera y llegó a alcanzar los 33,5 kilómetros de altura. Ya anteriormente se habían enviado vinos a la Estación Espacial Internacional, pero este fue el primero en ser expuesto directamente a esas condiciones extremas. Lanzado con un globo de hidrógeno, el vino descendió en paracaídas tras un vuelo de dos horas y media.
“Estuvo ese tiempo allá arriba porque la idea era que luego se pueda tomar y además había que controlarlo manualmente desde la tierra. Además, no queríamos que se exponga a la radiación para que luego se pueda consumir”, aclaró el especialista. Todo el viaje del Malbec fue documentado por la empresa espacial que trabajó en la película “Interestelar” para poder tomar imágenes gráficas del espacio.
Luego de su llegada a la tierra después de un viaje histórico, a simple vista la botella volvió sana y no sufrió ninguna rotura. Eso ya fue una primera sorpresa, porque el miedo de los especialistas era que la botella explotara. En cuanto a su etiqueta, sigue intacta, lo cual es llamativo si se considera que estuvo expuesta a -65°.
“Al haber estado dos horas y media en la atmósfera baja, va a tener más oxígeno y eso provocará que tenga una modificación en su sabor, lo va a hacer más sabroso y le dará otro aroma”, explicó el CEO de la fundación sobre las consultas que hizo con especialistas de cómo se modificarían las características organolépticas del vino después de este viaje.
El Malbec espacial será subastado en Inglaterra en marzo del 2025, y se puede ingresar a www.spacekidsfoundation.org para participar en la subasta. Con estas iniciativas, Space Kids Foundation busca reunir fondos para sus programas con los que apunta a que en un futuro la educación y la exploración espacial sean accesibles para todos los jóvenes. La fundación, que entre otras actividades da cursos de robótica, inteligencia artificial e ingeniería espacial, beca a chicos entre 13 a 17 que estén interesados en los estudios espaciales
Próximamente, tienen como objetivo enviar a un grupo de adolescentes a estudiar durante una semana en la sede de la NASA en Orlando para inspirarlos a seguir carreras en ciencias espaciales y STEM.
“El mensaje de esta iniciativa es que podamos transmitirles a los más chicos esta pasión por conocer más sobre los estudios espaciales. Tener la banderita argentina en la caja al lado del vino, expuesto en el espacio a 33 kilómetros de la Tierra, puede disparar muchas cosas a un chico de entre 13 y 17 años. Puede abrir la mente y saber que se puede lograr cualquier cosa. El mensaje es que salgamos de la caja, porque en América Latina también podemos hacer estas cosas. A su vez, lograr ser pioneros en una industria que si empezamos a preparar a los jóvenes desde hoy, vamos a hacer cambios significativos, sin ninguna duda”, dijo al terminar.