Una multitud de gente se dispuso a esperar la llegada del ballet Horizontes tras su triunfo en Carlos Paz con el conjunto Tradicional Mayor y logrando otro lugar en el podio con el Conjunto Tradicional Adulto.
El Ballet Horizontes es el primer conjunto de danza cafayateño en lograr un título nacional en este Campeonato Nacional de Malambo Femenino organizado en Carlos Paz y así fue recibido en la madrugada de este martes por su pueblo.
El conjunto Tradicional Mayor del ballet Horizontes pudo acceder al primer con dos propuestas, la primera con un misachico y la segunda con un homenaje a la elección de la reina de la vendimia de 1941.
Por su parte, el conjunto tradicional adulto lo hizo con un carnavalito en el que también se homenajeaba a la fiesta de la elección de la reina de 1941 y con una cueca salteña rememorando la emblemática y famosa carpa Quitapenas.
Cabe destacar el esfuerzo de esta agrupación que se ha ido consolidando con el tiempo para convertirse en uno de los ballets de danza folclórica más reconocidos de la provincia y ahora dando un salto a nivel nacional.
El profesor Antonio Soto, en comunicación con Radio Cafayate 95.1, quiso agradecer a los padres de los chicos que brindaron su apoyo, a la familia y al intendente Fernando Almeda por facilitar el transporte desde Cafayate a Salta y a la señora Isabel Torres que ayudó en la organización de la recaudación de fondos.
«No quiero dejar de nombrar a la otra parte del equipo que sin ellos este ballet no sería lo que es, que son los músicos que nos acompañaros: Ema Díaz, Walter Camacho, Gastón Rosas y Ángel Yanez.», dijo el profesor Antonio Soto.
También es importante mencionar que toda la delegación salteña fue elegida como la mejor agrupación ya que pudo acceder a todos los podios de las categorías en las que participó, quedando el título de campeona de Malambo para la salteña Patricia Padilla del departamento Capital.
Si, fue una falta de respeto a la sociedad que en plena madrugada entraran a la ciudad con tanto ruido.
Los felicito, pero no deberían haber irrumpido así la noche cafayateña, ignorando toda una ciudad que descansaba para al otro día salir a trabajar temprano. Una falta de respeto total.