Se trata de la disciplina que combina la actividad deportiva con el cuidado del medio ambiente.
Como ya se hizo en otros lugares de la provincia, los atletas y/o aficionados eligen circuitos para correr, preferentemente urbano y espacios verdes o áreas de recreación, en los que a medida que los recorren levantan los residuos dispersos o acumulados por donde van pasando.
En el caso de Cafayate el circuito elegido para el desafío de 5 kilómetros fue por la costanera, en el margen del Río Chuscha y la Banda de Arriba.
Por su parte los participantes del desafío de 10 kilómetros, incluyeron además al paraje San Luis.
Una vez finalizada la carrera, se mostró todo el material recogido en los trayectos, lo que llamó la atención en cantidad y volumen.
Al final de todo se entregó a los participantes certificados que acreditan su participación y que los convierte en Defensores Ambientales.