Cada 21 de junio un grupo de personas se reúnen en distintas ciudades de Latinoamérica con el afán de recuperar la memoria y a través de ella, el milenario pensamiento filosófico andino, celebrando el solsticio de invierno, la fiesta del: «INTI – RAYMI», de neta influencia incaica, vestigio de la cultura milenaria en esta región.
La fiesta por el sol comienza la noche del 20 de Junio en torno al reloj solar que marca físicamente la ubicación exacta del Trópico de Capricornio.
Con las últimas luces del día se prenden cuatro fogatas situadas cada una en un punto cardinal. Estas son mantenidas durante toda la noche. A las 24 horas se produce el «año nuevo» solar, los presentes festejan este hecho trascendental con cantos, danzas y brindis colectivos, donde también se abre la boca a la Pachamama.
Se efectúan las ofrendas correspondientes que consisten en dar a la tierra de comer las comidas tradicionales, frutas, bebidas en especial la chicha, vino, cerveza, alcohol, se encienden cigarrillos en la misma boca, la coca y el incienso no debe faltar como también los sahumerios que son parte de los elementos mágicos que se utilizan para este ritual. Por la mañana se espera con ansiedad la salida del Tata Inti.
Con los primeros rayos se iluminan los espacios y se renueva la alegría, salud se dice y se comienza de nuevo.
El Yatiri ò «sacerdote» con todo respeto devoción y fe, inicia sus rogativas extendiendo sus manos al cielo con cuatro hojas de coca, ofrendándole a los cuatro puntos cardinales, se renuevan las ofrendas a la Pachamama y se colocan siete piedras de distintos colores que representan a los siete pecados capitales.
A la hora del paso del sol por el cenit, que varía cada año generalmente después del medio día, se saluda al Astro Rey ya que se dirige al Hemisferio Norte a llevar su luz y calor a esa región del planeta, para regresar el 21 de diciembre para el Capajraini (La fiesta de la abundancia).
El indigenismo no es tener memoria o valorar lo nuestro, es un retraso a la humanidad. Seguir valoranso rituales y creencias irracionales solo nos aleja del conocimiento valido y científico. Aun hay gente que le ofrece «ofrendas a la pachamama» y le tira puchos y otras cosas a un agujero en el suelo. Eso tiene valor? Madre mia…