Distinguido por la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores, con sede en Burdeos, Francia, como el «Mejor Enólogo del siglo XX en la Argentina», de la Mota fue el primero en el país en vinificar por varietales.
Por ello, es considerado un visionario para la vitivinicultura argentina, ya que en los `60, cuando en el país se elaboraban vinos de mesa y la industria sólo buscaba volumen, él se destacó por imponer su criterio en la búsqueda de la calidad.
En ese sentido, fue uno de los impulsores del Malbec, variedad que representa en el mundo a la vitivinicultura de Argentina, constituyéndose en el varietal que más ha crecido por ejemplo en el mercado de Estados Unidos.
Recibido de enólogo en 1944, en San Juan, su profesor Mario Bidone lo eligió para llevarlo a trabajar a la provincia de Mendoza, iniciándose como enólogo de la bodega Orfila.
Durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón se desempeñó en el cargo de ministro de Agricultura de la Rioja, cargo que ocupó hasta 1955, con la llegada de la denominada Revolución Libertadora.
De la Mota, que fue considerado un visionario de la industria vititivinícola y trabajó en las bodegas Arizu, Cavas de Weinert y Finca Flichman, falleció el jueves último, tras una larga enfermedad.