Crecen las críticas a la organización de la Serenata a Cafayate luego de que se recortara, sin mayores explicaciones, el tiempo de actuación de la coplera vallista. El público la hizo volver al escenario.

Mariana Carrizo emocionada al volver al escenario por pedido del público.

Todo ocurrió en la tercera noche de la Serenata a Cafayate y en el momento central del espectáculo. Habían pasado por el nuevo escenario Los Huayra y era el turno de Mariana Carrizo a quién le seguían Los Tekis.

La coplera vallista había pactado en el contrato  con la organización del festival un tiempo de actuación de entre 35 y 40 minutos, pero antes de que le tocara subir al escenario unos de los coordinadores le dijo que el Intendente Fernando Almeda había ordenado que se reduzca el tiempo de ella a no más de 12 minutos.

Mariana Carrizo pidió que le explicaran las razones de la decisión y nadie supo dárselas por lo que solicitó hablar con el Intendente Almeda. Este se presentó en la zona de los artistas y encaró a la bagualera argumentando que debían apurar los tiempos porque otros artistas estaban pidiendo actuar rápido. Fuentes cercanas a la organización presentes en el lugar, que pidieron reserva de identidad, dijeron a radiocafayate.com que Almeda le dijo a Carrizo prácticamente a los gritos ”Esto está decidido, canta si querés y sino haceme todos los juicios que tengas ganas, si te gusta bien” y delante de ella instruyó para que se le cortara el sonido si se excedía de 15 minutos.

Fue un momento de desconcierto y nervios para todos. Mariana Carrizo subió al escenario tensa y explicó sin mayores detalles que debía dejar el escenario en muy pocos minutos y así lo hizo. La reacción del público fue inmediata y se generó una fuerte silbatina destinada a la organización con abucheos y algunos insultos.

En esos momentos se armaban los equipos de Los Tekis y los presentadores del festival intentaron bajar la tensión pero el repudio del público seguía a pesar de que se anunciaba la inminencia de la llegada del grupo jujeño. Más de 10 minutos de silbatina y repudio hicieron que Mariana Carrizo tenga que volver al escenario. Subió y quiso agradecer a la gente pero se quebró y no pudo decir con palabras lo que sus lagrimas sí. Le ganaron los nervios generados en una situación inexplicable. Pudo reponerse por los aplausos,  la ovación del público y una actitud de verdadera profesional. Entregó un espectáculo magistral, pleno de un legado cultural profundo y se fue envuelta en aplausos y reconocimiento con un predio enteró de pie.

Radiocafayate.com consultó a varias fuentes de la organización y de la coordinación de escenario para tratar de conocer los motivos que generaron la desagradable decisión y dos de ellas dijeron que las versiones eran dos: la primera motivada en que se había programado que el gobernador Urtubey subiera al escenario durante la actuación de Los Tekis cuando estos inviten a algunos integrantes de Los Huayra a cantar con ellos y que el mandatario estaba apurado porque se quería ir. La otra sostiene que la decisión se tomó porque había artistas amigos de funcionarios del gobierno que apuraban para subir antes.

Mariana Carrizo fue consultada después de su actuación por nuestro medio para intentar conocer los detalles de una situación inexplicable:

¿Mariana que paso?

Todavía no termino de entender, pero tengo una sensación contradictoria, un sabor agridulce porque me sentí muy mal con la situación, sobre todo con lo que me dijo el intendente, que además de agredirme no me explicó nada razonable. La respuesta del público fue una cosa emocionante, un momento precioso, pero feo a la vez. Me costó reponerme para entregarle a la gente un espectáculo de verdadero legado cultural ancestral.

¿Pero cuáles eran los motivos que esgrimían para quitarte el tiempo pautado en el contrato?

No me explicaban nada. Yo puedo entender que haya reacomodamientos  por imponderables en los festivales y siempre hay que ceder un poco. Pero en todos lados lo que hacen es pedirle a todos los artistas un poco de su tiempo para tratar de agilizar, pero en este caso solo a mi me bajaban el 80% del tiempo de mi espectáculo.

¿Qué te exigían?

Que no me pase de 12 minutos, y encima dieron la orden de que si me pasaba de los quince minutos me cortaran el sonido. Fue muy  violento y cuando ya me tocaba subir. Creo que le debía una explicación al público de porque iba a estar tan poco tiempo. Además estaba convenido que durante mi actuación no haya personas pasando por delante o detrás mío armando el sonido del numero que me seguía. Eso tampoco se respetó. Se escuchaban las afinaciones de los instrumentos del otro grupo. En definitiva nada estaba bien.

¿Qué sentiste cuando escuchabas que el público exigía que vuelvas al escenario?

Fue emocionante. Yo había visto situaciones parecidas en algunos otros festivales con otros artistas y sabía que cuando el público manda se le complica a los organizadores. Pero nunca había visto que una silbatina dure 15 minutos. Cuando subí de nuevo al escenario no me pude contener y lloré. Me costó reponerme. Me dolía no tan solo por  mí, sino porque sentía que pisoteaban nuestro acervo cultural, nuestro legado. Pensaba que nuestra cultura ancestral no se merecía eso.

¿Te llamo alguien después para disculparse?

Nadie. No volví a tener comunicación con nadie de la comisión organizadora.

¿A quién responsabilizas por lo ocurrido?

No quiero dar nombres. Creo que el público cicatrizó la herida, aunque hay cosas que duelen un tiempo.