El candidato a presidente de la UCR por la lista Radicales por la gente, a través de una solicitada, custionó duramente a la Junta Electoral partidaria y a sus adversarios a quienes acusa de manejos poco claros en la organización de las elecciones y utilizó la palabra «fraude».
Este es el texto completo de la solicitada publicada por el Miguel Nanni:
POR UN PARTIDO RADICAL DE PUERTAS ABIERTAS Y COMPROMETIDO CON LA GENTE
Queridos correligionarios:
Hace apenas dos meses, en tiempos políticamente difíciles para quienes ejercen cabalmente el rol de oposición, me decidí a tomar la conducción del radicalismo salteño y no he cesado en ese objetivo. He concitado un abrumador apoyo en la dirigencia que espera que nuestro partido se encamine hacia el destino de grandeza que la historia le tiene reservado.
Encontré en los lugares más alejados a correligionarios gentiles y de mano franca, que en las situaciones más adversas priorizaron el compromiso cívico y mantuvieron firme la esperanza de la recuperación partidaria. Son los dirigentes con arraigo a quienes reivindico, pues son los que tuvieron paso seguro en tiempos buenos y malos.
Tras procesos intervencionistas y períodos arbitrarios en los que el dirigente propio fue postergado para abonar malas estrategias aliancistas, me he comprometido a que la UCR de ahora en adelante sólo adopte decisiones que sean fruto genuino de la consulta y que otorguen provecho político y electoral a todos los sectores y lugares radicales.
Somos el partido de la libertad, del republicanismo y, también, de la equidad social que es la aspiración de todos. Mientras la gestión de gobierno provincial continúe manifestando graves defectos que comprometen el proyecto de realización de miles de salteños, constituye una obligación insoslayable superar la desavenencia íntima de la mejor manera y concentrarnos en el restablecimiento de la ética de la solidaridad.
Es por ello que las elecciones internas no pueden constituir el obstáculo para el cumplimiento de nuestros deberes cívicos y los candidatos, ante la inexistencia de coincidencias, deben dirimir sus diferencias democráticamente y a través de las urnas.
Competimos con un grupo de dirigentes que, aunque integran una sola lista, han evidenciado heterogeneidad para la conciliación y unidad para plantar obstáculos severos a la realización de la elección.
El abuso del poder institucional ha impedido hasta la fecha que se realizaran los comicios el pasado 5 de Agosto y son escasas las probabilidades de que vayamos a las urnas el próximo 19. Mientras un pequeño sector utiliza la voluntad residual del originario Comité Provincia electo en el 2011, otro grupo también minúsculo ha dirigido en la trastienda el accionar de la Junta Electoral que alternó negligencias con decisiones teñidas de parcialidad.
Son los que interpretan injustamente que las listas confeccionadas por dirigencia genuina, que me apoya para Presidente, no pueden participar y pretenden recortar la organización radical a solamente a 10 sobre 23 departamentos de la provincia.
La señora Presidente del Comité Provincial ha declinado y resucitado su aspiración a la relección en varias ocasiones y esto habla de que su palabra es volátil, que no existe real ánimo de legitimarse en las urnas y que su espacio radical intenta habilitar conversaciones de manera extorsiva.
Hemos escuchado discursos en los que se ha pregonado con fervor que hay que cambiar las prácticas del partido. Sin embargo, es la lista que encabeza la Sra. Ana María Hernández la que ha incurrido en los mismos vicios de antaño, como el ejercicio de ilegal presión sobre miembros de la Junta Electoral y el uso mediático de versiones falsas para tratar de socavar mi candidatura. Sólo a nuestra lista se les exigieron rigurosamente todos los requisitos impuestos, mientras que a los que se dicen éticos se les aplicó criterio cómplice.
Hasta hoy no hemos logrado que nos notifiquen del nuevo cronograma electoral que supuestamente ha prorrogado la fecha para el 19 de Agosto por medio de una resolución del comité provincial. Las faltas de respeto y el desconocimiento de nuestros intereses son inadmisibles.
Mientras se decía a los medios de comunicación que estábamos acordando la unidad, en la trastienda se instruía a una junta electoral obsecuente para que aplique la arbitrariedad y provoque perjuicio, no solo a mi candidatura, sino a los dirigentes del interior de reconocido prestigio y militancia, que han conformado listas genuinas.
Ni la presidente del Comité Central, ni el presidente el Comité Capital, han censurado o repudiado todo lo ocurrido y, debemos entender, que por ser los directos beneficiarios del fraude, han claudicado en las posturas éticas.
Cualquiera fuere el accionar ilegal que disponga en adelante el órgano electoral estamos convencidos que será revertido en la justicia federal con competencia electoral y que vamos a llegar a las urnas en donde el afiliado condenará a quienes hoy han puesto en evidencia el doble discurso y son temerosos de revalidar lo que postulan de manera abstracta en una elección limpia.
También han manchado mi nombre imputándome gratuita y falsamente el rol de organizador de una maniobra deshonesta cuando la secuencia evidencia todo lo contrario. Entre un sinnúmero de irregularidades, hicieron caer diez de nuestras listas departamentales y habilitaron seis de la adversaria que se encontraban en idéntica situación, en lo que se advierte como un grosero e ilegal favorecimiento que seguramente va a revertir la Justicia Federal.
Rigurosamente han invertido las presunciones y al que se propuso como candidato en mi lista y no certificó su firma por funcionario público –contra la costumbre electoral de la UCR y de todos los partidos políticos- se lo presume falsificador y se lo somete al escarnio. Es hora de cesar en este tipo de agresiones que profundizan las divisiones en tiempos en que necesitamos la cohesión.
Tuve gestos de renunciamiento que no fueron aceptados por mentes a las que gobierna la apetencia de cargos. Deben saber que para nada sirven si no se utilizan para revertir una realidad sobre la que la UCR debe actuar decididamente. El puesto de responsabilidad institucional vacío de legitimidad y de convicciones no sirve como herramienta política y es por eso que los proyectos entre la lista que encabezo y la adversaria no lograron compatibilizarse.
Las injustas proscripciones me fortalecen y estoy convencido de que más temprano que tarde se abrirán las urnas que me conducirán a la presidencia de la UCR. He conocido los tiempos de gloria del partido radical en Salta y aspiro a reeditarlos abriendo la puerta a todos los ciudadanos de buena voluntad que quieran habitar el suelo radical y trabajar codo a codo para forjar el cambio tan esperado.
MIGUEL NANNI – CANDIDATO A PRESIDENTE POR LA LISTA “RADICALES POR LA GENTE”.