El anteproyecto del torneo de primera división con 38 equipos duró una semana. En ese lapso, el «nuevo orden del fútbol argentino» quedó reducido a cenizas mediáticas y los torneos quedaron tal como estaban. Con promedios y promociones. Con 20 equipos en primera y otros tantos en la B Nacional. Quien firmó el certificado de defunción de la iniciativa fue el presidente de la AFA, Julio Grondona: «Van a tener que ser los clubes, fundamentalmente los de primera, los que decidan si se hace algo o no; esto es así», señaló en ESPN Radio. Su raid mediático apenas empezaba.
«Yo no voy a pedir la reunióon en octubre o noviembre, queda en manos de los clubes. No tengo ningún interés en modificar nada», agregó. Era el mismo que, ante los rumores que arreciaban sobre el congelamiento del megatorneo había dicho: «Ni loco doy marcha atrás». Ya se conocía el comunicado oficial de la AFA, que en su párrafo más acusatorio hablaba de una «enorme confusión inequívocamente intencionada, rencores estancados que se movilizan y generan un clima insoportable que agravia arteramente al fútbol argentino, desviando maliciosamente la primera y única intención de la propuesta en cuestión. A tanto llega la conducta temeraria de los representantes de otros intereses que no son del fútbol ni de sus hinchas, que de manera inmediata se generaron y direccionaron equívocas y falaces encuestas, intentando mostrar un aluvión destituyente por el simple hecho de someter a la consideración de los clubes, algún cambio tantas veces por ellos reclamado».
¿Qué pasó en el medio? ¿Qué obligó a la AFA a condenar al ostracismo a un proyecto que la propia entidad había impulsado, con el aval del Gobierno? El último día de vida del nuevo campeonato comenzó bien temprano. «No tengo idea de qué se trata el convenio, ni el nuevo campeonato, ni qué es lo que se está discutiendo sobre ese tema», se despegó el jefe de Gabinete -y responsable del Fútbol para Todos-, Aníbal Fernández.
Lo que más molestó a Grondona fue la «politización» del tema. Desde la AFA volvieron a insistir econ que la Casa Rosada «no tiene nada que ver» con el proyecto. Ya en la sede de la entidad, habló José Luis Meiszner, un impulsor de los cambios. «Decidimos parar porque no se puede avanzar a los panzazos. Y no tiene nada que ver el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones porteñas», ilustró el ex presidente de Quilmes. Además, el ex director del Comité Organizador de la Copa América tildó de «maliciosos» a «ciertos sectores» que hablaron sobre el proyecto: «La AFA se dio cuenta de que no era el momento conveniente para cambiar, a partir de las reacciones que hubo. No iba a haber nadie perjudicado y sí muchos beneficiados, pero desde distintos sectores se confundió todo con malicia», afirmó.
Quienes más cerca están de Grondona señalan, fuera de micrófono, que el jefe de la AFA «está abatido». Lo subrayan tras lo que denominan «campaña de desprestigio» en su contra, encabezada por el empresario mendocino Daniel Vila, quien tiene intereses en el canal América. Esos mismos dirigentes no descartan medidas drásticas para el futuro. Una posibilidad es que se presente como candidato a las elecciones de octubre, las gane y, ya con el orgullo inflado, opte por pedir licencia. Ayer, Grondona le puso paños fríos a una nueva reelección: «Hay que ver si estamos en octubre. Hay que vivir día a día», dijo en Fox Sports.
En realidad, Grondona sabía que el anteproyecto debía tener el 80% de los votos de la Asamblea para ser aprobado. Cerca suyo habrían hecho un sondeo entre algunos de los 49 hombres habilitados para votar. Los resultados no fueron alentadores: el presidente de la AFA sabía que tenía, al menos, 10 votos en contra. Y que el megatorneo se hundía.
En su raid mediático, Grondona también apuntó contra los dirigentes que blanquearon la participación del Gobierno en el anteproyecto del torneo: «Después, que no digan una cosa por teléfono y otra en público», protestó el mandamás del fútbol argentino. Roberto Bugallo, presidente de All Boys, recogió el guante: «Quiero aclarar que nadie le puso un revólver a nadie para votar a favor», dijo en TN. El mismo dirigente, el martes pasado, había admitido que la aprobación del nuevo torneo era una formalidad, y reconocido influencias externas: «No me parece bien aprobar esto en una tarde. En esto influyó el descenso de River».
Acorralado, como «una feta de jamón» (como describió en C5N), Grondona congeló los cambios hasta que los clubes los reclamen. Quizás haya sido su primera derrota en casi 32 años de mandato.
- Hoy, una protesta
Convocada a través de las redes sociales, a las 19 horas habrá una movilización a la sede de la entidad. Reclamarán la renuncia de Grondona; se repetirá en varios puntos del país.
Fútbol para todos y más…
El lunes 25/7, la agenda de la AFA marcaba la situación de Batista, pero presionada por el Gobierno, la entidad dio el primer paso para reestructurar el torneo de primera división y fusionarla con la B Nacional a partir de 2012. «Lo de River era un problema», confió un ministro del gobierno nacional.
El Gobierno digitó el cambio
La versión oficial hablaba de «federalizar el fútbol», pero las razones del nuevo torneo salieron a la luz. «La orden vino de arriba», dijo el presidente de Lanús, Nicolás Russo, el 26/7, en referencia a que se debió a un pedido oficial. Cherquis Bialo admitió: «Si River no descendía, esto no se decidía».
Postergación para todos
El 27/7, desde la Casa Rosada se indicó la postergación de la fusión de los torneos de primera y B Nacional para después de los comicios de octubre. «No podíamos comprarnos otro escándalo», admitieron, tras las repercusiones negativas. Julio Grondona intentó desligar al Gobierno del plan.
Más dudas que certezas
Los cuestionamientos provocaron que, de la seguridad que existía el lunes, el tema quedase sin definición el jueves 28/7. «Sucederá si los dirigentes deciden cambiar», dijo Grondona. La asamblea de la AFA pasó del 18 de octubre a no tener una fecha cierta. Fisuras en el matrimonio AFA-Gobierno.
Una trama llena de intereses
Idas y venidas en la negociación entre el Gobierno y la AFA, en un marco cargado de intereses. Se conoció que, en su momento, Grondona recibió presiones oficiales para que River no descendiera a la B Nacional y luego, para modificar el contrato de televisación que el Estado posee con la AFA.
Una abrupta marcha atrás
Tras varios días de confusión, luego de que se presentara el nuevo formato de torneo y de las duras reacciones, ayer, en distintos medios, Julio Grondona sorprendió: «Ya se suspendió esa idea, no tengo interés en modificar nada. No hubo imposición de ninguna naturaleza. Queda en manos de los clubes».
DIXIT
«Ni loco doy marcha atrás»
Tres días después de que el anteproyecto del nuevo torneo fuera aprobado por el Comité Ejecutivo, Grondona salió a defenderlo en público, en medio de rumores que aseguraban que el nuevo esquema carecía de apoyo.
«El cambio que habíamos pautado no sirve»
La marcha atrás llegó una semana después de la aprobación del anteproyecto. La negativa de los hinchas y las manifestaciones de algunos dirigentes hicieron que la AFA reviera la iniciativa.
Julio Grondona